Órdenes de liberación

Las conductas siempre deben tener un comienzo y un fin, por lo que cuando introducimos una señal para que se realice el comportamiento, debemos introducir otra que le indique que el ejercicio termina. El clicker sonará en el momento justo en que el perro se sienta (por ejemplo), pero deberá permanecer hasta que demos la señal de liberación. Si no utilizamos señales de liberación, el perro deberá intuir hasta cuando continuar con el ejercicio.

Desde fases iniciales, debemos ir introduciendo el concepto de liberación (ej.: el perro se sienta, clickamos y premiamos la posición y después sacamos al perro de la conducta a través de un gesto con comida en la mano, asociándolo a una orden de liberación). Al igual que cualquier otra señal verbal, en fases iniciales se asocia a un gesto.

Considero que como mínimo deben utilizarse dos señales verbales liberadoras, una intermedia y otra final:

Señal de liberación intermedia, la empleamos para sacar al perro de la conducta que está realizando en ese momento y acto seguido pedirle otra.

En el vídeo se puede ver como se realiza la señal para marcarle el sentado y acto seguido la señal liberadora. Utilizo la palabra “va” y se utiliza cada vez que marco el gesto que saca al perro del sentado. Es importante reforzarla, si no a la larga, como toda conducta que no se premia tenderá a extinguirse.

Señal de liberación final, la utilizamos para marcar el fin de una sesión de trabajo y darle acceso al perro a distintos estímulos que tengamos a nuestro alrededor. Utilizo la palabra “ale” y también se marca con un gesto, pero no será importante reforzarlo de forma externa con comida, debido a que se reforzará de forma interna al darle acceso a otros refuerzos (saludar a otros perros o personas u olfatear o jugar con algo…). En las primeras ocasiones con ignorar al perro durante unos segundos, después de introducir la señal y el gesto bastará.

En las razas de trabajo (border collie, pastor alemán, carea leonés…), la orden de liberación final tendrá una especial importancia. Se debe a que numerosos ejemplares tienen serios problemas a la hora de desconectar de las sesiones de trabajo. Seguro que habéis visto algún perro que coge de forma compulsiva y trae juguetes para que se los tiren una y otra vez y hasta llegar a un punto de que a  pesar de no poder más físicamente siguen y siguen… si una persona se comportara de forma similar nos resultaría mucho más evidente percatarnos de que llega a ser patológico.

Los dueños tendrán una especial importancia a la hora de enseñarle a sus perros a desconectar, no reforzando los disversos  intentos que pueda realizar el perro para continuar con la sesión de juego o clicker…

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