Castración si o no?

Esta entrada está escrita por la Veterinaria Karen Becker, para nosotros un referente  mundial de la veterinaria holística.

HISTORIA EN BREVE

  • Cada vez hay más evidencia de que extraer las gónadas puede tener graves consecuencias para la salud de los perros
  • En los Estados Unidos y Canadá es muy complicado encontrar opciones a la castración, porque las escuelas de veterinaria no ofrecen procedimientos alternativos
  • Por fortuna, estamos comprendiendo que la castración, en especial en animales muy jóvenes, está generando problemas de salud, que son mucho menos frecuentes en las mascotas sin castrar
  • Tener un perro sin castrar no es una opción para todas las personas. Se necesita tiempo, esfuerzo, vigilancia y valor

 

Cada vez que analizo la evidencia científica relacionada con los riesgos de la castración en el sitio de Mascotas Saludables de Mercola o en mi página de Facebook, recibo muchos comentarios negativos de personas que están muy seguras de que promuevo la sobrepoblación y posesión irresponsable de mascotas. Por lo que, decidí realizar un vídeo para explicarles a estas personas por qué están equivocadas.

En algún momento fui una gran defensora de castrar a todos los perros a una edad temprana

Al principio, cuando abrí mi hospital de animales, tenía una postura muy inflexible acerca de que mis clientes castraran a sus mascotas antes de su primer ciclo de celo, por lo que en realidad me molestaba si no seguían mi recomendación. Intenté no demostrárselos, pero sugerí que podrían recurrir a las prácticas de otros veterinarios que no fueran tan estrictos como yo acerca del tema.

Esa era mi manera de decirles que “quizás deberían consultar a otro veterinario”, porque atender a mascotas sin castrar me quitaba el sueño. Como suponía que cumplía con mi tarea moral como veterinaria ética, castré a miles de mascotas a una edad muy temprana.

Muchos de mis pacientes comenzaron a desarrollar desequilibrios endocrinos y enfermedades relacionadas con la castración

Cinco años después de abrir mi consultorio, muchos de mis pacientes comenzaron a desarrollar problemas endocrinos. Es evidente que eso me preocupaba mucho, ya que estos animales no habían recibido muchas vacunas. Todos consumían alimentos frescos y apropiados para su especie.

Cuando comencé a investigar, la primera idea que pasó por mi mente fue qué hasta el 90 % de los hurones morían por desequilibrio endocrino, en especial por la enfermedad de Cushing o un padecimiento suprarrenal.

A los hurones criados se les castraba alrededor de las tres semanas de edad. La teoría es que, cuando se realiza una extirpación de órganos reproductivos a una edad temprana puede crear una deficiencia de hormonas sexuales, que podría afectar el tejido restante del cuerpo, capaz de producir una pequeña cantidad de hormonas sexuales (las glándulas suprarrenales). Entonces comencé a preguntarme si esto podría ocurrir con los perros.

En el 2006, la cantidad de perros con hipotiroidismo estaba en un nivel muy alto. De hecho, fue muy fácil diagnosticar los niveles bajos de tiroides, en comparación con las pruebas suprarrenales que se necesitan para demostrar que un perro tiene una enfermedad suprarrenal. Comencé a preguntarme si el hipotiroidismo era un síntoma de un desequilibrio hormonal más profundo en muchos de mis pacientes. Porque incluso después de que equilibramos dichos niveles tiroideos, aún no parecían estar muy bien o con buena salud.

Contacté al Dr. Jack Oliver, quien dirigía el laboratorio suprarrenal de la Universidad de Tennessee y le planteé mi teoría. Me sentí muy abrumada cuando me enteré que la enfermedad suprarrenal ocurría en proporciones epidémicas en las poblaciones de perros de los Estados Unidos y que estaba relacionada con un desequilibrio de las hormonas sexuales.

Comprendí que mi insistencia por castrar a todos mis pacientes a una edad temprana había creado serios problemas de salud en muchos de ellos

En ese momento me sentí muy culpable. Durante muchos años, insistí en que mis clientes siguieran mi recomendación de castrar a sus mascotas a los seis meses de edad o antes. Pero, después comprendí que cuando hacía esta sugerencia no me fijaba en lo que era mejor para mis pacientes, sino en lo que era moralmente mejor para los dueños.

Comencé a disculparme con cada uno de mis clientes a medida que todos los pacientes a los que castré a una edad temprana desarrollaban enfermedades metabólicas irreversibles. Y también con mis pacientes. He enfermado sin querer a muchos pacientes a través de mi recomendación de que todas las mascotas deben ser castradas porque los humanos pueden ser irresponsables con un animal intacto. Como médico, esta revelación fue devastadora.

Comencé a cambiar mis recomendaciones sobre la castración. Aconsejé a mis clientes que no castraran a sus mascotas. Ahora, es fácil darse cuenta que mi práctica veterinaria está rodeada de personas muy comprometidas.

Por supuesto, hay excepciones sobre la castración. Pero en general, recomiendo realizar cualquier cirugía, incluyendo la castración, solo cuando sea necesario.

Si eres un dueño irresponsable y permites que tu mascota sin castrar ande sin correa o sin supervisión, entonces no te recomiendo ver este video. Esteriliza a tu mascota antes de que salga de nuevo, ya que fomentas el problema de sobrepoblación de nuestro país. Reconsidera la forma en la que cuidas a tu mascota o considera no tener mascotas.

Mi opinión sobre la castración de mascotas en refugios

Podría haber tomado una docena de decisiones diferentes en mi carrera profesional que hubieran sido satisfactorias, incluyendo ser una veterinaria de refugio. Si fuera una veterinaria de un refugio, presionaría porque se implementarán técnicas que preserven la función endocrina normal. Elegí el camino de un veterinario de bienestar porque iba más con mis objetivos personales. Como mencione antes, he cometido muchos errores. Me disculpé con los dueños y con los perros que castré cuando eran unos cachorros.

Estoy muy comprometida en prevenir y tratar enfermedades en cada mascota. Sin embargo, no apoyo la idea de la adopción de animales sin castrar por parte de personas que no puedan ser dueños responsables. Todos los animales deben ser castrados antes de la adopción, ya que los veterinarios de los refugios no crean una relación con las familias adoptivas. Y estoy totalmente de acuerdo con ello. Pero, no estoy de acuerdo con el método de castración que utilizan.

Por qué creo que la esterilización es la mejor opción

Como veterinaria dedico mi vida al bienestar de los animales. He aprendido y continúo aprendiendo las mejores formas de ayudar a mantener la salud de las mascotas y la razón por la que padecen enfermedades. También soy una veterinaria de orientación holística, lo que significa que percibo a los animales como un todo, no solo como una colección de síntomas o partes corporales.

Considero que hay un propósito para cada órgano con el que nacemos y que los sistemas de órganos son interdependientes. Lo cierto es que, extirpar cualquier órgano como los órganos reproductivos, podría tener consecuencias en la salud. Es inevitable. Es sentido común.

Cada vez existen más pruebas que sugieren que extirpar los órganos reproductivos en los perros, en especial en una edad temprana, podría crear problemas de comportamiento y en la salud. Cuando uso el término “extirpación de órganos reproductivos”, me refiero a la cirugía tradicional de castración en la que se eliminan todos los tejidos que secretan las hormonas sexuales. Cuando uso el término “esterilización”, me refiero a los animales que ya no pueden reproducirse, pero que el cirujano evitó tocar los tejidos que secretan las hormonas sexuales.

Desde mi punto de vista, no podría cumplir con mi obligación como profesional de la salud animal si ignorara la evidencia científica y decidiera no transmitirla a mis lectores y clientes de mi consultorio que me confían el bienestar de sus mascotas.

Problemas de salud relacionados con la castración de perros

Antes de explicar algunos de los problemas de salud que ahora se relacionan con la castración de perros, primero tengo que señalar que existen dos problemas médicos que en realidad pueden eliminarse por completo con la castración: hipertrofia prostática benigna o BPH (agrandamiento de la próstata) y piometra (Enfermedad del útero). No obstante, hay una gran cantidad de información que indica que, mantener algunas hormonas sexuales innatas, en especial en los primeros años de vida, podría ser beneficioso para las mascotas, mientras que el riesgo de piometra o BPH en el primer año de vida es muy bajo.

Investigaciones recientes también han desacreditado un par de mitos sobre los beneficios de la castración temprana, que incluyen:

  • Un estudio del Reino Unido sugiere que, en realidad no hay mucha evidencia científica que apoye la perspectiva de que la castración temprana en las hembras pueda disminuir o eliminar los riesgos futuros de tumores mamarios o de cáncer de mama. Durante décadas, este ha sido un supuesto beneficio de la castración temprana. Pero, al parecer se basa más en la teoría, que en la evidencia científica.
  • De igual forma, con respecto a la castración temprana y los tumores mamarios, lo más común es creer que castrar a un perro macho podría prevenir el cáncer de próstata. Sin embargo, un pequeño estudio realizado en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Michigan sugiere que, sin importar la edad, la castración no tendría ningún efecto en el desarrollo del cáncer de próstata.

Algunos de los trastornos y enfermedades relacionados con la castración:

Menos años de vida. Un estudio realizado y publicado en 2009 por Gerald P. Murphy Cancer Foundation estableció un vínculo entre la edad en que las hembras de rottweiler eran castradas y su esperanza de vida. Los investigadores compararon a los rottweiler que vivieron cerca de 13 años o más, con los que vivieron el periodo regular de 9 años. Descubrieron que, aunque las hembras viven más que los machos, no vivían más tiempo cuando les removían los ovarios antes de los 5 años. Las hembras que permanecieron sin castrar hasta los 6 años de edad tenían una probabilidad 4 veces mayor de alcanzar una edad excepcional, en comparación con las que fueron castradas a una edad más temprana.
Enfermedad de Cushing atípica. Desde mi punto de vista profesional, la castración temprana también está involucrada en el desarrollo de la enfermedad de Cushing atípica. La enfermedad de Cushing típica causa que la capa intermedia de la glándula suprarrenal secrete cortisol en exceso. La enfermedad de Cushing atípica involucra las capas externas e internas de las glándulas suprarrenales y ocurre cuando se producen en exceso otros tipos de hormonas, por lo general estrógeno y progesterona.

Cuando un perro es castrado antes de la pubertad, los sistemas endocrino glandular y hormonal aún no se han desarrollado por completo. La extirpación completa de las gónadas, es decir, todas las hormonas sexuales del cuerpo, durante el proceso de castración, podría ocasionar que las glándulas adrenales produzcan hormonas sexuales porque son la única parte restante del tejido del cuerpo que puede secretar algo.

Con el tiempo, las glándulas suprarrenales se ven afectadas por hacer su trabajo y el de las gónadas faltantes. Para estas pequeñas glándulas, es muy difícil mantenerse al día con los requerimientos de hormonas sexuales del cuerpo. En eso consiste la enfermedad de Cushing atípica. La disrupción hormonal es una característica principal en la enfermedad de Cushing. Cualquier sustancia o procedimiento que pueda influir en el equilibrio hormonal se debe analizar como una posible causa.

Tumores cardíacos. Una búsqueda en la base de datos de medicina veterinaria de 1982 a 1985 reveló que, en perros con tumores cardiacos, el riesgo para las hembras castradas era 4 veces mayor, en comparación con el de las hembras sin castrar. Con respecto al tipo más común de tumor cardíaco, llamado hemangiosarcoma, las hembras castradas tenían un riesgo 5 veces mayor, en comparación con las hembras sin castrar. Asimismo, los machos castrados también tenían un riesgo mayor.
Cáncer de hueso. En otro estudio publicado hace 10 años sobre hembras y machos de raza rottweiler castrados antes del año edad, se resalta que uno de cada cuatro tiene riesgo de desarrollar cáncer de hueso a lo largo de su vida. Los rottweilers castrados fueron más propensos a adquirir la enfermedad, en comparación con los perros sin castrar. En otro estudio con fundamentos de la Base de Datos Veterinary Medical de 1980 a 1994, el riesgo de cáncer de hueso en perros de raza pura y raza grande, aumentó el doble en los que fueron castrados.
Desarrollo anormal de los huesos. Los estudios realizados en los años 90 concluyeron que los perros castrados con menos de un año de edad crecieron más que los perros sin castrar o los que eran castrados después de la pubertad. Cuanto más prematuro sea el procedimiento de castración mayor tamaño alcanzará el perro. La investigación publicada en el 2000 lo explica así: Al parecer, remover los órganos que producen estrógeno en animales jóvenes podría ocasionar que las placas de crecimiento permanezcan abiertas. Por lo tanto, estos animales continúan creciendo y llegan a desarrollar una estructura ósea y patrones de crecimiento anormales. Esto podría resultar en un problema de cartílagos y conformación articular.
Mayor tasa de daños en el CCL. Un estudio realizado en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas sobre lesiones del ligamento cruzado craneal (CCL) concluyó que, a diferencia de los perros sin castrar, los castrados tenían una incidencia mucho mayor de daños. Aunque los perros de raza grande tuvieron más lesiones del ligamento cruzado craneal, los perros castrados tuvieron una mayor tasa de daños.
Displasia de cadera. En un estudio retrospectivo realizado en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, los resultados demostraron que tanto los perros machos como las hembras, castrados a una edad temprana, eran más propensos a presentar displasia de cadera.
Efectos de la castración según la raza. De acuerdo con un estudio reciente, realizado en la Universidad de California Davis, en el que participaron cientos de perros golden retriever, reveló que en el caso de la incidencia de displasia de cadera, daños en el CCL, linfosarcoma, hemangiosarcoma y tumores de mastocitos, las tasas fueron más altas tanto en machos como en hembras que fueron castrados, en comparación con los perros sin castrar.
Otros problemas de salud. Comúnmente, la castración temprana se relaciona con la incontinencia urinaria en las hembras y con una mayor incidencia de incontinencia del esfínter uretral en los machos.

Los golden retriever castrados son mucho más propensos a presentar hipotiroidismo.

Un estudio sobre perros de refugio, realizado por la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Texas A&M, concluyó que las enfermedades infecciosas eran más comunes en perros castrados antes de las 24 semanas de edad.

El centro Canine Health Foundation de AKC emitió un informe que indicó una mayor incidencia de reacciones adversas a la vacuna en perros castrados.

Entre los informes y estudios que exponen problemas de salud relacionados con la castración temprana, también encontramos una mayor incidencia de problemas de comportamiento, incluyendo fobias al ruido, miedo, agresión y comportamientos sexuales indeseables.

Opciones de castración tradicionales

En Estados Unidos y Canadá, los veterinarios solo reciben capacitación para castrar, lo cual es lamentable ya que existen alternativas menos invasivas, como la ligadura de trompas, histerectomía y vasectomía. Estas técnicas son rápidas, sencillas y efectivas. De hecho, por lo regular, una vez que se domina la técnica, es más rápido, menos riesgoso y menos costoso que una castración completa.

Por desgracia, en este país no saben cómo realizar estos procedimientos. La razón por la que es difícil encontrar a alguien que pueda realizarlo, es porque en las escuelas veterinarias no enseñan estos procedimientos alternativos. Nunca han tenido una razón para hacerlo. Y hasta que los dueños comiencen a exigir opciones más allá de la castración, el orden establecido permanecerá.

Como he analizado en numerosas ocasiones junto al autor Ted Kerasote, en muchos países europeos hay perros intactos que deambulan con libertad y acatan los comandos de sus dueños. Cuando las hembras entran en celo, los dueños las encierran hasta que pase su ciclo. Permanecen en casa separadas de los machos. Las pasean con una correa.

Si el perro pasea siempre con correa y es controlado por el dueño, ¿cómo podría quedar embarazada o aparearse? El veterinario dice que rara vez el dueño de una mascota solicita un procedimiento de castración.

En Estados Unidos, la mayoría ni siquiera puede comprender que sí es posible tener perros de compañía sin castrar y al mismo tiempo evitar millones de camadas de cachorros. Esto sucede porque estamos acostumbrados a creer que un dueño responsable debe castrar a su mascota. Me enseñaron que, mantener una mascota sin castrar era irresponsable, incluso si el dueño era muy cuidadoso y no permitía que la mascota se reprodujera.

Claro que depender de la castración como la única forma de control de la natalidad es el resultado de generaciones de dueños de mascotas irresponsables.

Es un círculo vicioso muy frustrante. Los dueños irresponsables necesitan tener mascotas castradas y este es un punto que no está en discusión. Por desgracia, castrar a las mascotas de dueños responsables no cambiará la situación de los que son irresponsables. ya que ellos son la causa de la crisis de sobrepoblación en este país.

No obstante, mi conflicto con el problema de la castración es que creo que constituye la única solución actual al problema del exceso de población. No solo detenemos la capacidad del animal para reproducirse, sino que también les quitamos los tejidos secretores de hormonas sexuales, como los ovarios y testículos. Y estos órganos tienen un propósito.

Poco a poco nos hemos percatado del hecho de que en nuestro apuro por castrar a todos los animales, y cuanto más jóvenes mejor, hemos generado problemas de salud que en ocasiones podrían ser fatales y que son menos frecuentes en mascotas sin castrar.

Cómo cuidar a hembras sin castrar

Lo primero que debes saber es que no todas las personas pueden tener una hembra o un macho sin castrar. Parte de la popularidad de las castraciones en lugar de otros métodos es que es más conveniente para los dueños de mascotas. Las castraciones no solo evitan la reproducción, sino que también eliminan los ciclos de celo de las hembras, así como la mayoría de los comportamientos de apareamiento, que son esenciales en los animales.

Las hembras no tienen períodos cada mes, como las mujeres. Por lo general, son uno o dos celos al año. Se puede decir que un ciclo de celo está en proceso cuando la vulva de la hembra sin castrar comienza a hincharse. Al igual que en las mujeres, hay sangrado, pero a diferencia de las mujeres, que no son fértiles durante la menstruación, en las perras ocurre todo lo contrario. Las hembras podrían quedar preñadas solo durante el celo, durante tres o cuatro días, conforme maduran los óvulos sin fertilizar.

Durante este tiempo, algunas hembras harán señales con su cola, es decir, mueven la cola. Algunas hembras podrían mantenerse de pie y ser montadas en cualquier momento durante su ciclo de celo, incluso antes y después de estar fértiles o de quedar preñadas. Otras no muestran ningún signo de comportamiento. Los dueños de hembras sin castrar deben estar seguros de los signos de celo en sus mascotas, para que puedan separarlas de los machos durante este momento importante.

Así que, nunca subestimes la determinación de un macho de aparearse con una hembra en celo. Por lo que, si tienes una hembra, te visitarán muchos machos porque las feromonas son muy atrayentes.

Pero, con el entrenamiento adecuado, refuerzo y supervisión constante, los machos podrían aprender a permanecer con una hembra mientras están bajo supervisión, incluso cuando está en celo. Algunas personas no quieren esforzarse en controlar a los machos durante el ciclo de las hembras y solo los mandan a casas de amigos o familiares hasta que termine el ciclo de celo, si viven con una hembra sin castrar.

Si tienes una hembra en celo, nunca debes dejarla sola ni por un segundo. No importa si tienes un jardín cercado. Si hay un macho sin supervisión cerca, existe un riesgo de que se crucen a través de la cerca.

El ciclo de celo de una hembra dura alrededor de tres semanas, pero el sangrado menstrual puede ser impredecible durante ese tiempo. No es pesado todo el tiempo, ni durará todos los días. Al final, muchos dueños invierten en calzones o pañales especiales que pueden contener una toalla sanitaria para los desechos.

En mi casa, acabamos de recibir una reja de seguridad para bebés y dejamos a nuestra dama especial del mes en el área de la cocina. Ponemos una cama para perros allí y luego nada más trapeamos un par de veces al día. En general, las hembras son muy buenas para mantenerse muy limpias. En la mayoría de las ocasiones, hacen muy poco desorden.

Cómo cuidar a machos sin castrar

Los machos sin castrar deben recibir un entrenamiento de comportamiento con refuerzo positivo para evitar que se orinen en la casa y que desarrollen cualquier comportamiento dominante.

Tu macho sin castrar nunca debe estar sin correa a menos que estés seguro de que no se encontrará con una hembra sin castrar o que puede acatar órdenes constantes al estar cerca de otros perros. Asimismo, debes tener el control de tu perro mientras tenga su correa. Si tu perro sin castrar se aleja de ti cuando se emociona, entonces no lo tienes controlado a pesar de su correa.

Recomiendo realizar entrenamiento de comportamiento con refuerzo positivo en todos los perros, en especial los perros sin castrar. Es una necesidad absoluta para machos sin castrar con una complexión fuerte. Llevar una clase de entrenamiento de obediencia durante los primeros 16 meses de vida es la mejor idea para establecer buenos modales durante el resto de su vida.

Si tu perro se vuelve asertivo, la castración podría ser una parte importante para los problemas de comportamiento a largo plazo. De nuevo, en este caso, si tienes un perro agresivo, debemos evaluar los riesgos y los beneficios. Los beneficios de dejar un perro temperamental sin castrar no son mayores al gran riesgo de que este animal sea reubicado, abandonado o maltratado. Ante los problemas de comportamiento, la mejor opción es recurrir a la castración. Es mejor estar en un hogar amoroso con una enfermedad endocrina que estar equilibrado y ser abandonado en un refugio donde sacrifican animales, por un problema de comportamiento.

Debes tomar en cuenta que, al menos en Norteamérica, tú y tu perro sin castrar no tendrán mucha compañía en esta época. No podrás llevar a tu perro a todos los lugares donde pueden entrar los perros castrados. Si tu perro es macho, debes prepararte para lidiar con muchas preguntas curiosas e incluso con la ira de personas que lo ven como un acto irresponsable.

¿Y mi gato?

Por fortuna, considero que hasta el momento las investigaciones han demostrado que nuestros compañeros felinos no presentan las mismas consecuencias negativas fisiológicas relacionadas con la extirpación de órganos reproductivos que afectan a nuestras poblaciones caninas. Podemos identificar relaciones potenciales en el futuro, pero hasta ahora, parece que nuestros compañeros caninos se ven más afectados por la castración.

Realicé este video para demostrar por qué no apoyo los enfoques que buscan extirpar los órganos reproductivos en todas las mascotas jóvenes. La decisión de castrar a tu mascota, con respecto a su edad y a la técnica, es una decisión muy personal que se basa en la raza, temperamento, personalidad, compromiso, control de estilo de vida y nivel de responsabilidad.

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