CAMINAR SIN TIRONES DE CORREA
Tener un buen manejo de correa es una de las cosas más importantes a la hora de una convivencia de calidad con nuestros perros.
Un tipo de aprendizaje que realizan es el de asociación. A efectos prácticos esto quiere decir que si al ver otro perro recibe tirones de correa (voluntarios o involuntarios) generará una asociación de que son malos y probablemente tenga miedo o genere un problema de agresividad.
Otro sistema de aprendizaje es el de los refuerzos (en el blog encontrareis una entrada explicándolo de forma más detallada), si una conducta da buenos resultados tiende a repetirse (aumenta la probabilidad de que se produzca). Un ejemplo práctico que me gusta poner, principalmente porque posteriormente lo utilizaré en una entrada en el blog para explicar la curva de extinción es el de pulsar el botón del ascensor. Cuando entramos en el portal de nuestra vivienda pulsamos el botón del ascensor, esta conducta se refuerza debido a que evitamos subir las escaleras andando.
Durante los paseos si el perro tira de la correa y avanza, automáticamente se está produciendo un refuerzo interno de la conducta, si a mayores (que es lo habitual) alcanza a olfatear donde desea, saludar a algún conocido… se produce un refuerzo interno y externo de la conducta.
En este punto habitualmente mis clientes me preguntan por la posibilidad de realizar tirones de correa en la dirección contraria para que el perro deje de tirar. Personalmente no me gusta esta opción por el hecho de que podemos generar malos condicionamientos como expliqué al principio pero es que a mayores, lo cierto es que si castigamos (tirones de correa en dirección contraria) pero el perro sigue avanzando y alcanza el refuerzo que en ese momento desea, ya sea simplemente avanzar o incluso llegar a algún punto. El castigo tendrá menos valor que el refuerzo con lo que no obtendremos buenos resultados.
Esto no es efectivo y provoca mucho estrés a los perros:
Debemos valorar que tipo de correa y arnés-collar utilizaremos:
-Correa: personalmente me gustan las de dos metros y a poder ser multiposición (terminan resultando muy útiles para distintos ejercicios), pero que sea multiposición o incluso de nylon redondo es una cuestión de gustos bastante personales. Os dejo un enlace a uno de los modelos que más me gusta, calidad precio:
-Arnés o collar: siempre recomiendo arnés. Hay estudios que relacionan el uso de collares con altos porcentajes de problemas de espalda.
Existen varios modelos de arnés, el americano desde mi punto de vista no es recomendable. Tiende a generar roces en las axilas. Enlace de arnés americano para apreciar como es:
https://www.canedupo.com/mascotienda/arneses/437/arn%C3%A9s-americano.html
Cuando son cachorros, como en pocos meses van a crecer bastante suelo recomendar el arnés rectangular:
https://www.canedupo.com/mascotienda/arneses/485/arn%C3%A9s-regulable.html
Una vez están próximos a su estatura de adulto podemos comenzar a mirar modelos más elegantes:
Existen casos puntuales en los que debemos plantearnos otro tipo de sujeciones. Cuando los perros son grandes y el/la/los dueño/a/s no puede aguantar la posición si el perro tira o en ciertas minusvalías, enfermedades, embarazos… la primera opción después del listado que he hecho anteriormente es el arnés antitirones:
Pero en casos extremos esto no bastará y tendremos que pasar al collar antitirones o ronzal:
https://www.canedupo.com/mascotienda/collares/80/collar-anti-tirones-.html
El primer paso comienza antes de colocar el arnés, ronzal… debemos generar un condicionamiento positivo. Lo presentaremos delante y cada vez que lo mire premiaremos. Después de unas cuantas repeticiones comenzaremos a colocárselo y durante unos segundos mientras lo tiene puesto le daremos premios, acto seguido lo quitaremos y dejaremos de premiar. Repetiremos esta acción durante bastantes repeticiones. Es importante que tengamos unas nociones básicas de lo que son las señales de calma para poder identificarlas durante este proceso, para valorar si será necesario repetirlo más veces, o podremos continuar y avanzar.
Cuando el perro comience a sentirse cómodo con su sistema de sujeción saldremos a la calle.
La teoría para que un perro no tire es bastante sencilla (aunque la aplicación práctica no).
Se trata de que nos anticipemos al tirón de correa quedándonos quietos, esto no sólo incluye al tronco, también la mano ha de quedarse a la misma distancia de nuestro cuerpo (por mi experiencia muchos dueños mantienen inmóviles los pies pero dejan llevar la mano hasta estirar el brazo (en ocasiones recomiendo colocar las manos pegadas al pecho o en el bolsillo del pantalón, así nos cercioramos de que no las moveremos). Recomiendo para no perder el equilibrio adelantar un pie del otro algo mas de medio metro. En ocasiones si el perro es grande incluso será conveniente sujetar la correa al rededor de nuestra cintura. En este caso sería muy cómoda una correa multiposición similar a las que mencioné y puse el enlace anteriormente.
Acto seguido debemos esperar a que deje de tirar y una vez la correa se halle sin tensión podremos continuar (uno de los motivos por los que no me gustan las correas retráctiles, tipo flexi es porque generan una tensión hacia atrás por el retroceso y como explicaba antes, si el perro tira de la correa y se refuerza la conducta debido al avance o incluso llegar a sitios que él quería ir, aprenderá que tirar de la correa es bueno…).
En algunos casos, cuando la conducta esté muy reforzada o el nivel de excitación sea bastante elevado, deberemos reforzar la conducta de estar cerca nuestra, con comida. Esperaremos inmóviles a que deje de tirar y acto seguido lo premiaremos con comida. En casos contados aprenden un encadenamiento de conductas. Esto quiere decir que aprenden que después de tirar de la correa y al dejar de tirar se le premia. Para solucionar esto, retrasaremos la entrega del premio. En vez de premiarlo en cuanto deje de tirar, esperaremos unos segundos. Progresivamente mas tarde…
La mayor parte de los paseos que damos, deberían ser para que el perro desconecte y se relaje, por lo que si se detiene a olfatear, en general, será bueno que lo dejemos. Los trabajos de olfato tienen muchos beneficios, pero de eso, hablaremos en varias entradas de nuestro blog. Si llevamos prisa y para a olfatear no utilizaremos la correa como un timón. Le pediremos que continúe, con un vamos o llamándolo por el nombre (llamarlo por el nombre puede ser un error, en muchos casos los dueños tienden a repetir tantas ocasiones su nombre que el perro aprende a ignorarlo. En esta situación lo que suelo hacer es volver a condicionar su nombre diciéndolo una y otra vez y dándole comida cada vez).
En el blog publicaré una entrada mas detallada sobre este tema.
En casos excepcionales en los que debamos sacar de ciertas conductas a nuestro perro (ej. si comienza a ladrar hacia algo) nunca deberá ser a tirones. Lo arrastraremos de forma continuada.
Habitualmente la conducta de tirar de la correa habrá sido reforzada durante meses, así que deberemos tener paciencia, cuando una conducta que ha sido reforzada y deja de premiarse, comienza una fase de curva de extinción. Esto quiere decir que en la primera fase aumentará la conducta y posteriormente se irá reduciendo progresivamente. Si no tenemos constancia generaremos una secuencia de refuerzos variables sobre la conducta de tirar de la correa lo que hará que se fije más.
Esta es la receta para poder pasear de la correa de forma relajada, ahora sólo falta que la pongáis en práctica.
Un comentario de “Paseos sin tirones de correa. Disfruta de caminar con tu mejor amig@.”
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Me ha encantado. Más cursos así, por favor.