La mejor manera de recomendar algo, es bajo la propia experiencia de uno, o por lo menos a mi es algo que me ayuda a decidirme. Venir y dejar dos o tres post sobre alimentación natural está muy bien, pero si además las trasladas a la realidad del día a día, todavía se entiende mejor. Esta historia será la primera de muchas. Es nuestra experiencia barf contada hace mucho tiempo para el portal de una amiga que es asesora nutricional y que junto con Félix (nuestro entrenador) nos ayudó mucho en el proceso. Ha pasado más de un año ya desde que escribimos estas líneas, nuestras impresiones os las dejamos al final del post.
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- 1 El inicio de nuestra experiencia Barf
- 2 Mi historial veterinario es un caos
- 3 Cambiando a BARF
- 4 Un año después
El inicio de nuestra experiencia Barf
“Hola humanos. Me llamo Susi y voy a cumplir 5 años. Soy adoptada y llegué al que es ahora mi hogar en Enero de 2014, en eso que los humanos llamáis “acogidas”. Yo sabía que de alguna manera iba a quedarme, pese a que mi papi (Jose) pensaba que más que de perro tenia forma de cochinillo, y mi mami (Xisela) no lo veía claro del todo. Jaja, apañados iban.
A medida que fui creciendo descubrí dos cosas:
1º Me encanta el agility. Sería una crack si papi no fuese tan inútil jiji. Lo intenta pero… bueno, mejor dejémoslo ahí jiji.
2º Tengo una tendencia especial a ponerme enferma y a que mis enfermedades se compliquen.
Mi historial veterinario es un caos
Entre complicaciones en mi esterilización, enfermedades varias, un accidente y alguna cosilla más, estoy abonada a los veterinarios. Mis humanos se han gastado muchísimo dinero en tratamientos, piensos “supermegahiperpremiumdeluxe” y medicinas, e incluso papi a veces me tiene dicho: “Susi, como no mejores o te buscas un trabajo o tocará ir a pedir a la catedral”. Es frustrante, para todos
Con tanta enfermedad, Félix Fernández Traseira (mi profe de agility, y el que le pone las pilas al gordo), les recomendó a los humanos pasarse a barf. Les explicó de que iba y les dijo que para mi salud posiblemente sería lo mejor. Lo descartaron. ¿Por qué? Les daba miedo.
Pasó el tiempo y un día después de un entreno, llegué a mear más de 20 veces en apenas media hora. Saltaron las alarmas y directamente me llevaron al veterinario. Tras varias pruebas: Infección de orina y posiblemente cristales de estruvita. Otra enfermedad, y mis papis estaban devastados. No se lo podían creer, y yo bueno… es jodido estar siempre enferma, y muy triste.
Días después confirmaron a los humanos la existencia de los cristales de estruvita. ¿Recomendación? Un pienso llamado Royal Canin Urinary durante varios meses y hacer análisis de orina cada X tiempo.
Pasado algo de tiempo y a base del pienso ese, un día de entreno, Félix volvió a insistir en que probasen a darme barf, pero no solo a mí, también al otro perro de la familia con graves problemas de miedos y estrés, Sami.
No sé ni cómo, ni cuando, ni porque, pero papi empezó a leer y leer por todos lados, se estaba volviendo loco con tanta información sobre barf, hasta que se leyó el libro de Verónica Vicent Cruz y prácticamente toda su web: Naturzoo, y por alguna razón decidieron comenzar por Sami.
Quizás para probar y andar con cuidado ya que yo estando enferma tampoco me querían marear mucho y barf les daba respeto.
Unas semanas después, papi habló con Verónica, y tras explicarle el caso ella le recomendó que diese el salto a barf y añadiese arándano rojo y vinagre de manzana. Hasta este momento ya llevaba 2 o 3 análisis de orina sin mejora y más de medio saco de 15 kilos de aquel pienso.
Cambiando a BARF
Y así se hizo, se me introdujo en barf y se me suplementó con el arándano y el vinagre. Un mes después, mis papis repitieron el análisis de orina. Sin esperanza alguna nos fuimos para casa a esperar los resultados.
Y ¡Sorpresa! No había rastro ni de cristales ni de estruvita ni de nada de nada.
Increíblemente, estaba recuperada. Los veterinarios desconocían que me alimentaba de manera natural y pensaban que seguía con el Royal Canin. Su cara al enterarse no tenía precio. No lo entendieron, y de hecho se mostraron en contra, pero…ME CURÉ, que es lo importante.
Ahora estoy pendiente de recuperarme de una otitis y una alergia ambiental que me ha tenido loca estos últimos meses, pero por lo que me han dicho, seguiré por el camino de lo natural. ¡Bien!
Espero que mi experiencia os sirva de ayuda. Por mi parte solo me queda darles las gracias a mi profe por insistir y a Verónica por ayudarme en mi recuperación. Gracias, gracias, gracias.”
Un año después
Ha pasado mucho tiempo ya y para no extenderme pasaré a relatar pros y contras de este ultimo año
Pros
- Susi no ha vuelto a enfermar. Pasamos de hacer visitas mensuales al veterinario, a no volver en un año.
- Ha adelgazado 5 kilos y abandonado su forma de morcilla de burgos, para convertirse en una perra que está en su peso ideal. Daba igual que le redujéramos la ración de su pienso, nunca adelgazaba. Desde el primer mes notamos como iba recuperando su “forma natural”.
- Menos grasa y mas músculo desde el primer mes. También ha aumentado su resistencia en los entrenos. Ahora el que no aguanta el ritmo es quien escribe estas líneas.
- Se acabaron los problemas para comer. Con el pienso siempre se hacia la tonta e incluso a veces se quedaba sin comer, y pese a ello aún así como dije anteriormente, engordaba. Ahora al contrario. A la hora de sus raciones ya está en la cocina esperando. Y no te preocupes, que si te pasas de la hora, enseguida te lo recuerda.
- Gasto muchísimo menos dinero. Tanto en alimentación como en veterinarios. Y esto último sobretodo ya que pese a que no lo hemos contado anteriormente, a Susi “la echaron” del seguro de mascotas de Mapfre por su historial veterinario, negándose a renovar su póliza. Insisto, no hemos vuelto a visitar al veterinario desde que nos pasamos a la alimentación natural.
- Tranquilidad. Esto querido lector.. NO TIENE PRECIO.
- Muchísimas cosas más que podría pasarme el día enumerando.
Contras
- Mientras espera por su ración, llena el suelo de babas. Muchas… Muchísimas…Demasiadas
Esta ha sido nuestra experiencia, y te agradecemos que la hayas leído. Quizás a ti o a algún conocido pueda servirle. Si quieres seguir nuestros pasos, empieza por aquí
¡Nos vemos!