El siguiente ejercicio de clicker, es el primer moldeado puro que vamos a realizar y será de vista. Me gusta comenzar con moldeados de vista para que el perro coja paulatinamente el hábito de “trabajo” y desarrolle proactividad.
En el caso de los diestros lo que recomiendo es colocar el clicker en la mano izquierda y la salchicha entera también, mientras la derecha la utilizaremos para manipular la salchicha y premiar al perro.
Con comida en ambas manos, las colocaremos delante de la nariz del perro y abriremos los brazos en forma de cruz. Esperaremos a que nos mire a la cara o en su defecto, alguna aproximación y en ese momento clickaremos y premiaremos. Es muy importante clickar en el momento preciso y no con retraso (timing). Debemos mantener siempre una elevada carencia de premios (clickar y premiar con bastante frecuencia). La diferencia entre un buen adiestrador y un mal adiestrador es la cantidad de información que transmite (los buenos adiestradores trasmiten mucha información). Los moldeados son el juego del frío y del caliente, sólo que el frío no trae consecuencias negativas. Es bueno que practiquemos con otras personas a realizar moldeados de clicker para empatizar con nuestro perro y tener claro como piensan ellos. El motivo por el que el frío no tiene consecuencias negativas se debe a que restamos proactividad. En nuestros seminarios nos gusta poner un ejemplo práctico con humanos, para que los alumnos sean conscientes de que el castigo lo único que hace es cortar proactividad. Con un voluntario que haga de perro comenzamos a moldear una conducta y tras varios fallos comenzamos a gritar cuando se equivoque. El resultado suele ser que la persona que hace de perro se bloquea y deja de darnos conductas, todo esto a pesar de que es consciente de que estamos de broma. Sólo pensad que si los voluntarios se bloquean siendo conscientes de que es una broma ¿que se le pasará al perro por la cabeza? que él sabe que no es una broma cuando corregimos con ¡¡NO!!
En este punto me gusta explicar que positivo, no es permisivo, siempre podemos pedir conductas alternativas en vez de regañar. De tal modo que si el perro se sube al sofá no le gritaremos NO, simplemente le pediremos que se baje. Profundizaremos más en esto en otros cursos y en nuestro blog, pero eso son cuestiones de educación canina.
Procuraremos clickar aproximaciones a mirarnos hasta conseguir capturar la conducta de mirarnos fijamente. Siempre con una carencia elevada de clicks.
Es relativamente frecuente que el perro se siente o incluso se tumbe durante este ejercicio. Esto se debe a que son conductas muy reforzadas y por eso tiende a repetirlas en multitud de ocasiones (por eso a mi no me gusta enseñar ni el sentado ni el tumbado hasta unas semanas más adelante). En caso de que se nos de esta situación lo que haremos es premiar al perro unos pocos centímetros más adelante del punto en el que esté, de ese modo lo sacaremos del sentado o tumbado.
Recordemos, siempre sesiones cortas. Lo más importante es conocer a nuestro perro para poder actuar en consecuencia. Hemos de conocerlo y parar antes de que se canse, para que al quedarse con ganas, su motivación valla aumentando (se tiende a querer lo que no se tiene, lo abundante, las cosas que tenemos todo cuanto queremos, acabamos perdiendo el interés por ello). En mi caso, que tengo varios perros, cuando uno de ellos no está por la labor de “trabajar” nunca insisto, lo que hago es ponerme automáticamente con otro y unos instantes después suelen tener muchas más ganas.
Si sólo tenemos un perro y cuando estamos trabajando decide marcharse no recomiendo insistir, hay que dejarlo, siempre explico que trabajar es un privilegio, no una obligación y analizar los motivos por los que no ha querido “trabajar” con nosotros. Puede ser que la sesión fuera demasiado larga, que la comida no le motivara lo suficiente, que no esté preparado para trabajar con un nivel tan elevado de distracciones…